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From: | Yolanda Velázquez (pams@hotmail.com) |
Sent: | Tuesday, February 19, 2008 5:25:49 PM |
To: | xy@yahoo.com |
19 de febrero de 2008
Santurce, Puerto Rico, 2:30 a.m.
A tí que me has cruzado como nahual en la noche
a un mundo que yo creía muerto.
En la red: atrapada
Esta noche
mi tos de despojo me desvela
entre sueño y vueltas, la lámpara de una televisión vigila ese momento.
1ra vuelta: el boxeador que me conmueve con su extensa lucha y corta vida…
pienso en su metáfora cotidiana ,
esa que encierra una mismísima isla en dessueño.
Duermo
2da vuelta: en la punta de la lengua, me devuelven tus palabras,
aquellas que escribiste y entregaste frente a un gran mar sin isla,
custodiado por un gran amigo,
se que eras grande para él.
La tos se agita.
Te pienso….
te perdiste por 20 años,
se perdieron tus palabras en mis archivos, pero no así en mi memoria…
Lo recuerdo…eran tiempos difíciles,
eran tiempos de lucha interna,
eran tiempos de destierro,
y llegaste tú para quedarte en mi memoria,
para traerme hasta este puerto esas palabras de un trópico llorado,
que nunca te dije que me conmovieron,
que en medio del torrente de mi sangre,
tú, dejaste ancladas.
Me levanto
mi tos se regresa, me empuja, me jala
me purga, me limpia, me aclara,
mi mente…
Me siento
te busco en una red que no esta tan enrenredada.
te encuentro,
encuentro a otr@s,
me descubro en ti.
Re: | |
From: | XY |
Sent: | Tuesday, February 19, 2008 8:36:50 PM |
To: | Yolanda Velázquez (pams@hotmail.com) |
Sólo conozco una persona en mi vida que responde a ese nombre y apellido juntos. Cómo me encontraste me lo dirás luego. Me enternecen tus palabras y te abrazo desde este lado del arco que tú completas no sé dónde.
Quiero escuchar tu voz...
Un beso (y hasta dos)
XY
XXX XXX-XXXX (ofic)
XXX XXX-XXXX (casa)
IN ARCADIA EGO
el jardín comienza en el este
pero el sol no lo toca hasta muy alto.
la sombra de la colina de niebla
lo guarda y bendice
en humedades y fríos
hasta las diez.
recorro sus caminos
reverente, enternecido
en el tedio del narciso
ardiente y solo,
dilatado en la sombra
del sauce que siempre
parece estar cayendo, feliz
en el sendero de la gardenia
incandescente, susurrando
plegarias al corazón
de la ausente.
yo, el que sembró
el primer y último
guijarro de luz
que después fueron sombra
y fresco y resolana,
rocío y vasto verde
para el descanso
del caminante
y del amor y del descanso
del amor.
está escrito
que cuando tú lleges,
mi deber habrá terminado.
hasta entonces,
mis manos no tocarán
otra cosa que su entraña,
mis ojos no verán
más allá de los últimos robles,
mi boca no probará más alimento
que sus frutos.
yo, el que trajo el sol
y la lluvia,
el que dibujé los riachuelos
y la fuente que no cesa
sólo con desearlas,
yo, el que abrevó la sed
en la lluvia de los noviembres
más tristes del mundo.
ya estás cerca.
puedo imaginar tu andar
de niebla avanzar por el oeste,
bajar con la brisa en tu cabellera
más negra en la luz,
más negros tus ojos en el rayo,
más bella en el destello
tu sonrisa.
y yo, exaltado en el rapto
de tu cercanía,
partiré por donde comienza.
por el este cuando el sol está alto,
reverente, enternecido
en el tedio del narciso
ardiente y solo,
dilatado en la sombra
del sauce que siempre
parece estar cayendo, feliz
en el sendero de la gardenia
incandescente, susurrando
plegarias al corazón
del ausente.