Lo invisible

Foto de  vodoo drapo Erzulie Freda

15 de agosto de 2011

Santurce Puerto Rico

Yo creo en los espíritus y esto lo confirman las palabras de Frantzine cuando un día sentada frente a ella en su casa en las Alturas de Petyonvil me dijo en resumidas palabras que la vida es simple mas no así el mundo de los espíritus. Creo en la vida, creo en las palabras de Frantzine. Yo creo en los espíritus como la forma indetectable de las proezas, maravillas y barbaridades de las que somos capaces los humanos aún con todo y nuestra anémica humanidad.Y en esta labor de ser y no ser podemos ser muchas cosas y hacerlas también.

Creo en la complejidad de los espíritus cuando jamás imaginé que el espíritu de un desconocido asesinaría a mi tío en la paz de su entorno laboral en Bayamón y lo dejó tirado en el piso, herido de muerte, mientras todos sus familiares, empleados y esposa, esto solo lo imagino porque no estuve en el momento, gritaban dando vueltas en círculos o corriendo despavoridos por el horror de la escena. Imagino a mi madre en la paz de su hogar cuando recibió la llamada inesperada para escuchar del otro lado del teléfono que su cuñado había sido asesinado y que necesitaban de su presencia en la escena del crimen. Lo demás es historia cotidiana…lamentablemente. Tuve la urgencia a mis  19 años de salir volando de Chicago, donde me encontraba estudiando, en un viaje inesperado gracias a la ayuda del préstamos de varias amistades para poder comprar mi boleto de avión y estar junto a mis familiares para de alguna manera consolarme y sentirme que consolaba el dolor de otras y otros. Tan pronto entré a la funeraria mi tía se lanzó sobre mí y simplemente dijo estas palabras, “ay Dioj mio tanto que él te quería!” y allí lo dejo porque this is too much! Bueno, seguí creyendo en el misterio de los espíritus cuando al segundo día del velatorio me entero de que en camino venía el segundo cadaver familiar, el de mi primo que había sido encontrado muerto en el barrio la colectora en Santurce y que pronto llegaría a una capilla junto a la de mi tío para acompañar a todas nuestras miserias en el sufrimiento. Esto parecía no terminarse y me sentía acribillada por una pesadilla que no terminaba. Lo mas inverosímil fué enterarme de como la madre de mi primo se había enterado…por la TV, sí! Allí sentada en la intranquilidad de su casa donde siempre esperó en algún momento en alguna parte de su inconsciencia esta noticia.

Hoy día sigo creyendo en la complejidad de los espíritus y en el misterio impalpable de sus vidas y sus desiciones. Esto no se pone mejor, pero para nada, y mi propio espíritu me duele en el mismo centro de mi espina dorsal cuando hago un recuento de nuestras complejidades espirituales. Nunca entenderé este mundo con todas sus multitudes invisibles con agendas escondidas en los bolsillos de la sorpresa que nos sonríe con su cara mas macabra o mas felíz. Nunca tendré la capacidad de poder sentirme que puedo aminorar el dolor de otros porque todo es muy confuso y se revuelve en la tómbola de esta vida terrible y maravillosa. Yo mientras tanto me quedo observando para entender a través de lo que siento aunque no pueda detectar inmediatamente su emboscada y así poder esquivar cualquier intento de inhumanidad en medio de un tapón a plena luz del día en cualquier expreso del mundo.