Ya está amaneciendo y me dice "voy a limpiar los cristales", para que mi amanecer se vea mejor. Contemplo el mar entre los huecos transparentes por donde se asoma y cuca mi amor por el, el mar, ese mar, lo miro, lo miramos y juntos contemplamos a través de la gran ventana alta que se abre al abismo del regalo mas bello de un amanecer. Lo tenemos "todo" y nos cuesta tanto, tener lo que tenemos, que no nos llevaremos y por eso vuelvo y miro el regalo mas hermoso, el que no nos cobra nada que es el regalo de la inmesidad del mar. El mar es nuestro, no nos ha costado nada, no cabe en mi cuenta de banco, ni en mi cartera o en el bolsillo de mi pantalón pero se abre a plenitud y se nos ofrece a través de los huecos visibles de la grande y alta ventana, costosa ventana, para mostrarnos que lo tenemos "todo" y que estamos equivocados, porque "todo" está en esa gran inmensidad gratuita que nos permite ver la infinita riqueza del mar.
No comments:
Post a Comment