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| Foto por Gina Mae y Yolanda. 2012 |
Los niños y niñas aprenden en el juego, jugando aman, odian, trascienden, y cultivan todo lo que han de ser, todo lo que son porque en el juego hay una gran seriedad y verdad para ell@s. A veces la jugada se convierte en carcajadas, otras en llanto. Cuando juego con l@s niñ@s estos me han enseñado a hacerlo desde mi recuerdo, el de mi propia niñez. L@s trato con respeto y sin menospreciar su capacidad para entender muchas cosas mas allá de la palabra porque la palabra carga sonido y energía que se aprende a interpretar desde que somos neonatos. Por eso cuando veo como algunos adultos menosprecian esta capacidad intuitiva y de interpretación infantil y los tratan como pendejos me ronca la manigueta. Por eso la ternura y delicadeza con que deseo siempre tratar a un niño o a una niña siempre irá de la mano del aprecio por sus capacidades receptivas del mundo en que viven y de su sorprendente mirada "ingenua".
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