Tuesday, November 30, 2010

Un sueño es un sueño es un sueño...



Soñé que entraba a una casa ajena. Cuando me acerqué a la sala del lugar estaban unos jóvenes tocando un piano del color natural de la madera, muy antiguo y desgastado. Me fijé que un borde de la tapa del piano estaba grabada con el nombre de
Mendelsssohn. En ese momento entendí lo valioso y delicado de aquel instrumento. Es curioso que la composición mas popular de este músico judío es "La marcha nupcial" del "Sueño de una noche de verano" y mas curioso aún que su música probablemente la escuché por primera vez y la aprendí a reconocer a través de las caricaturas del los "Looney tunes".

Sí! Soy parte de una de las tantas generaciones de los "Looney tunes" y aunque parezca alocado no hay nada mas cercano a la realidad que ese entrenamiento visual y auditivo que me mostró como sobrevivir a carcajadas en un mundo revuelto donde no se sabe quien es quien, donde "se vale tó en este sanduich de salchicha" como dice Calle 13. Pues que mejor que preparar a mi generación con este manjar donde las persecusiones con escopetas en una carrera de liebres y cazadores es la norma. Y todo esto nos causa risa que es la forma mas pasadera de asumir una realidad sin que nos duela el dolor de otros, asumiendo "destinos marcados" y revolcandonos cada día más en esta ensalada de pólvora con conejo. Si nuestra compañía caribeña reguetonera por excelencia ha de llevar el nombre de los
"Luny Tunes" en honor a esta ensaladera, que mas dá soñar con marchas nupciales y sueños en noches de verano. Me pregunto si Mendelssohn alguna vez soñó con la felíz unión nupcial entre los alocados muñequitos y sus reflexivas composiciones musicales.




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