La Maldad no tiene límites y cuando toca a tu puerta en medio de una siesta viene vestida de horror a acariciarte el cabello diciéndote que todo va a estar bien mientras te susurra al oido que tu hermano esta muriendo tirado en un apartamento de unos bichotes de un punto. La Maldad con voz de hombre comprensivo te dice que te laves la cara y te calmes mientras te sigue contando tranquilamente y describiendo como tu hermano se desangra y llace tirado en el suelo, esposado, con el cráneo partido por la culata de una pistola mientras tu imaginas todo el escenario cuando aún no despiertas del sueño de tu siesta. De repente una ola gigante como una pared de plomo empuja tu corazón y lo derrumba en llanto, comienzas a temblar porque casi nunca sabes de tu hermano, porque las noticias mas recientes que tienes de el tienen que ver con su fatal situacion económica y piensas que La Maldad le vendió una mala opción y que ahora, allí está moribundo, en el suelo, esperando por un tiro de gracia. Te dicen que te laves la cara, que te calmes, que no te pueden entender, que cuanto dinero tienes para mitigar esa situación que tu hermano ha creado y que ahora La Maldad te restriega en la cara, que depende de ti resolver, que en tus manos está la desicion de vida o muerte. De pronto te calmas aun cuando sientes la turbulencia que corre por tu piel y tus venas mientras continuas escuchano a este sujeto maléfico. Recobras la fé y la calma y entiendes que debes de salir de esa pesadilla. Te quedas en silencio escuchando el fondo de la voz y no escuchas ningún indicio de que lo que sucede es una realidad. La Maldad se desvanece, cuelga su llamada, para volver a insistir una y otra vez en perturbar tu sueño y piensas en tu hermano, en su esposa, en sus hijos que casi nunca ves ni compartes con ellos. La Maldad te arremeda y decides no contestarle, no alimentar esa pesadilla. Finalmente despiertas y te miras al espejo, tus ojos estan llorosos, tus manos ya no tiemblan. Te tomas una taza de café y comienzas a recibir buenas noticias, cositas, detalles, que no esperas y piensas que la vida y el amor estan mas cerca de tí que nunca, que nunca es tarde para recomenzar, para redescubrirte en tu amor por otros, aunque La Maldad con su fiesta de horror haya sido la que te lo hizo entender.
Ciertamente, nunca es tarde para el amor y para la compasión. El horror me ha visitado varias veces dejándome una yo diferente cada vez que lo hace...pero no ha logrado derribarme en mi humanidad, al menos no todavía.
ReplyDeleteEspero verte el jueves, ya dando los pasos finales! Un abrazo