Tuesday, November 17, 2009

Por quien vive el arte...

Subject: Mi Vida Es Mía
"Querida Magali: Deseo felicitarte de todo corazón por tu actuación y tu mensaje en Mi Vida Es Mía. Siempre que voy al teatro, JAMÁS regreso a ver una obra por segunda vez. Pero contigo TUVE que hacer una única excepción. Cuando te saludé hace un tiempo en una estación del tren y me dijiste que estarías en esta obra, te dije que iría, pero que en vez de aplaudirte, alzaría las manos, como levantando pesas, en señal de felicitación, y así lo hice. Lo prometido es deuda. Pero no esperaba recibir tanta bendición. No sabes lo mucho que tu arte me ha dado ánimo, fortaleza, esperanza, en fin otra actitud, completamente nueva y bien positiva. Quisiera contarte tantas y tantas cosas que observé que provocaste en el público, pero especialmente en las damas que allí nos encontrábamos. Muchas lloramos al identificarnos con uno o más de los casos que interpretaste. Eres impresionante, tu poder de concentración es tal que par de veces bajé la mirada porque impresionas, no sé cómo lo haces, para eso hay que nacer. En fin, tocaste fondo, pero en el buen sentido de la frase. Bien alma adentro, como diría Sylvia Rexach, recogiste y mostraste todas las emociones y sufrimientos de una mujer, no importa la edad, la raza o el nivel social. Yo al menos, salí nueva, dos veces nueva. Después de la primera función salí tan y tan contenta que me fui a pie desde el teatro hasta la parada 18, silbando tu canción, y ni siquiera me di cuenta que ya estaba anocheciendo. Todavía me la paso cantando "Cabello, cabellera, cabelluda, descabellada", en español y en portugués, cada día, y voy a seguir cantando esa canción siempre porque es una de las mejores motivaciones de mi vida y la atesoro con el mayor cariño. Y cantas bello y precioso, ¿sabes? Yo no sabía que cantabas tan bien. Asistí a la primera función y a la última. En esa, tu hermoso hijo Juan Pablo estaba sentado en la segunda fila y yo en la primera, y fue bien cómico porque él estaba con una cámara y dijo: "Esta cámara es monópode en vez de trípode", porque solamente tenía un stand. Todos los presentes nos reímos y la pasamos bien chévere. Juan Pablo es hipersimpático y sencillo, como su mai. Vi a la Sra. Doña Luz María Rondón la primera noche, y también vi a Millie Gil en la última, gente de armas tomar en cuanto a talento y conciencia. En esa última función también me encontré con una señora que era de mi barrio y hacía años que no nos veíamos. Todo fue maravilloso, y cuando salí, no me vas a creer pero te juro que me pasó por delante una chica, pedalenado con la misma bicicleta que tu personaje usa, vestida igualita, con todo y casco, y la misma complexión física, y luego otra muy parecida a otro de los personajes. Puede ser que parezca irreal, pero no te miento. Y también te admiro por la forma en que TÚ SOLA nos hiciste percibir el maltrato físico, no sé cómo pudiste hasta tirarte contra el piso de ese modo tan magistral, pero a la vez tan real. Yo sé que no ha nacido el hombre que te pueda poner una mano encima, pero yo, Magali, puedo decirte que las agresiones de violencia doméstica te garantizo que las retrataste perfectas. En serio. Yo fui víctima de maltrato psicológico y verbal, que a veces es peor que el físico, pero lo que he visto, lo que me tocó observar en mujeres vecinas y familiares aquí en mi barrio, te digo, hay que quitarse el sombrero y decirte usted y tenga, como lo llevaste a la escena, muy crudo y violento, como es el abuso en realidad. Te pareciste a la vida, o eras la vida misma. Yo sé que ese es el objetivo del arte, pero combinaste una labor social también. Bendigo ese teatro también poque nos permite estar EN el mismo piso contigo. Ser parte de la trama sin serlo. Y la escenografía y luces ambientan A UNO, no a la obra nada más. Atraen, incluyen, conectan, para que los presentes sintamos a los personajes. Recuerdo que leí una crítica sobre el personaje de la mujer que presencia a su esposo con prostitutas en un viaje de turismo sexual o sexo turístico, para la periodista Cidoncha no habrá sido muy claro, pero a mí me bastó con mirar como esa mujer camina, como se mueve, como habla, su tono de voz, su lenguaje corporal, la manera como cuenta lo que le pasó, es un cadáver ambulante, en el sentido emocional. Es ejemplo crudo, y caló en el público. Lo único que me pregunto es, ¿cómo rayos puedes salir de espaldas por un ropero hacia el escenario? ¿Y a quién se le ocurrió ambientar el vestíbulo del teatro con los cuadros de diseños de cabello que nos llevaron a la canción y a todo lo que esa melodía significa? Es brillante, es un genio, o genia. Otra pregunta, ¿en verdad se te hacía difícil poner fija la bicicleta? Porque se vio bien real cuando te dio tanto trabajo esa cosa y le hablaste hasta malo, eso fue tan y tan gracioso, pero me preocupaba que si era real, te interrumpiera la actuación. Y la parte en que usas una chancla para representar que estas hablando por un celular, te quedó cañona. Me lo gocé todo. Y para colmo, eres una actriz de total respeto por el arte, ya que mostraste tu temple profesional cuando sonó un celular al principio del primer personaje en la función, y te detuviste uno o dos segundos, y volteaste la cabeza, miraste la público como pidiendo consideración, pero no te saliste del personaje ni te afectó la incomodidad. Estuviste soberbia, hay tanto en ti. Te quedaste con todo. Pero la reina de la noche es la señora solitaria, cincuentona y amigable, que al final saca a bailar a un caballero del público. Las dos veces que fui, la reacción fue la misma, todos lloramos, era precioso, sentimiento puro, y al transformarte de la señora a la verdadera Magali, ahí ya no hay pa' nadie, se acabó la caña, como dicen, y encima de eso, tu público te aplaudió con ganas, te aplaudí para que lo sintieran mis manos y nunca se olvidaran, te aplaudimos porque te queremos, y tú te secaste las lágrimas y saludaste, y eres tan grande que pediste tiempo para hablarnos y nos callamos todos en seguida. Yo pensaba que ibas a decirnos cosas como gracias y eso, y lo hiciste, sí, pero me pasmó tu generosidad al pedirle al público que sigamos POR FAVOR apoyando el buen teatro puertorriqueño, y no lo dijiste por ti, sino por todos los otros actores, autores, directores, técnicos, productores, etc. Se necesita ser una persona muy generosa, desinteresada y segura para detener de momento una invasión de fuertes aplausos que SON TUYOS porque te los ganaste a buena ley, para llamar conciencia en favor de otros. Eso no lo hace todo el mundo. ¿Sabes qué quisiera hacer, si tuviera mucho dinero? Me gustaría pagar una gira en que llevaras esta obra por todo Puerto Rico y por todas las grandes capitales del mundo, te lo mereces. Mil gracias, Magali, de verdad. En estas diferentes etapas de la vida que vivimos todas, a mí me hacía falta un nuevo aire, una nueva visión. Si quiero, puedo, y merezco ser escuchada. Es mi derecho. Tengo guardado el material que recibí en el teatro, junto a posters de otras muchas obras a las que he asistido a través de los años. No sabía que habías logrado tantas cosas, como lo explica tu biografía. Te felicito otra vez. Te respeto y admiro en todo lo que vales, gracias por lo que hiciste, por medio de esta obra, en favor de las mujeres y también de los hombres que quieren entender. Que el Señor te bendiga siempre, a ti y a todos tus seres queridos. (Perdona lo extenso de este mensaje. Extraño mucho a Miguelángel Suárez, lo recuerdo cada día, creo que te vi de lejos en su funeral en el Viejo San Juan.)"

No comments:

Post a Comment