Wednesday, October 7, 2009

Huellas

Homar se escribe con H y Héctor también. El primero un gran maestro de las letras que dejó marcado un sendero infinito de abecedarios que quedaron grabados para la historia de Puerto Rico. El segundo, otro gran maestro, ha dejado huellas telúricas en el corazón de más de un artista con su caudal de ideas y sus manos repletas de fértil poesía por la materia primigenia que siempre me recuerda a la Pachamama. Mirar los espacios terrenales cercados por Héctor, en un cuadrado o en un contenedor redondo, es estar en presencia de la gran dualidad vida/muerte que encierra una gran verdad; nuestra existencia siempre deja huella como petroglifos ancestrales, no importa el sendero que hayamos decido caminar.

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