1ro de marzo de 2008
Desperté con esta cabeza de mármol en las manos
Que me fatiga los codos y no sé donde apoyarla.
Caía en el sueño mientras salía yo del sueño
Y así se unieron nuestras vidas y será muy difícil volver a separarlas -Yorgos Seferis
Ya sé quien eres. Anoche me contaron tu historia. Ahora sé que por eso deambulas nocturnamente; para que yo no te pueda encontrar. Finalmente entiendo mis reencarnaciones. Te voy siguiendo de muchas vidas, pero algo sucedió, muy extraño, que anoche me permitieron reconocerte.
Nunca me permitías verte de día y nuestros encuentros siempre eran en la noche. Durante el día te alejabas y en medio del mar aleteaban tus sueños. De allá, de lejos, tú me saludabas y me enviabas botellas llenas de nostalgias y de cuentos. Esto fue así durante una vida.
Un buen día, Tú, me expulsaste de tu mundo y esto fué lo que sucedió. Cuando llegó la tentación , ese día, te fuí a buscar. Te quise abrazar y cuando divisé tu rostro encontré a un tierno y frágil niño arrullándose con el mar. Cuando me viste, cara a cara en medio de ese mar y ese sol, te enfureciste y tu grito y tu llanto fueron tan grandes que tu voz como un trueno le pidió al universo,
- “ESTA MUJER!!!…QUE NO ME PUEDA VOLVER A VER JAMÁS!!!
Y así fué como emprendí este viaje de regreso a la orilla. Por otras 4 vidas siempre te he buscado desde las orillas. Por cuatro vidas nunca aprendí a nadar. Ahhhhhh…anoche, y solo anoche; fué todo presentado ante mis ojos y lo que ví me conmovió y pensé en salir a buscarte…pero no sabía nadar.
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