Wednesday, September 30, 2009

LA RED













(No Subject)

From:

Yolanda Velázquez (pams@hotmail.com)

Sent:

Tuesday, February 19, 2008 5:25:49 PM

To:

xy@yahoo.com

XY.doc (43.6 KB)

19 de febrero de 2008

Santurce, Puerto Rico, 2:30 a.m.


A tí que me has cruzado como nahual en la noche

a un mundo que yo creía muerto.

En la red: atrapada

Esta noche

mi tos de despojo me desvela

entre sueño y vueltas, la lámpara de una televisión vigila ese momento.

1ra vuelta: el boxeador que me conmueve con su extensa lucha y corta vida…

pienso en su metáfora cotidiana ,

esa que encierra una mismísima isla en dessueño.

Duermo

2da vuelta: en la punta de la lengua, me devuelven tus palabras,

aquellas que escribiste y entregaste frente a un gran mar sin isla,

custodiado por un gran amigo,

se que eras grande para él.

La tos se agita.

Te pienso….

te perdiste por 20 años,

se perdieron tus palabras en mis archivos, pero no así en mi memoria…

Lo recuerdo…eran tiempos difíciles,

eran tiempos de lucha interna,

eran tiempos de destierro,

y llegaste tú para quedarte en mi memoria,

para traerme hasta este puerto esas palabras de un trópico llorado,

que nunca te dije que me conmovieron,

que en medio del torrente de mi sangre,

tú, dejaste ancladas.

Me levanto

mi tos se regresa, me empuja, me jala

me purga, me limpia, me aclara,

mi mente…

Me siento

te busco en una red que no esta tan enrenredada.

te encuentro,

encuentro a otr@s,

me descubro en ti.


Re:

From:

XY

Sent:

Tuesday, February 19, 2008 8:36:50 PM

To:

Yolanda Velázquez (pams@hotmail.com)

el jardín...rtf (1.6 KB)

Sólo conozco una persona en mi vida que responde a ese nombre y apellido juntos. Cómo me encontraste me lo dirás luego. Me enternecen tus palabras y te abrazo desde este lado del arco que tú completas no sé dónde.

Quiero escuchar tu voz...

Un beso (y hasta dos)

XY

XXX XXX-XXXX (ofic)

XXX XXX-XXXX (casa)

IN ARCADIA EGO

el jardín comienza en el este

pero el sol no lo toca hasta muy alto.

la sombra de la colina de niebla

lo guarda y bendice

en humedades y fríos

hasta las diez.

recorro sus caminos

reverente, enternecido

en el tedio del narciso

ardiente y solo,

dilatado en la sombra

del sauce que siempre

parece estar cayendo, feliz

en el sendero de la gardenia

incandescente, susurrando

plegarias al corazón

de la ausente.

yo, el que sembró

el primer y último

guijarro de luz

que después fueron sombra

y fresco y resolana,

rocío y vasto verde

para el descanso

del caminante

y del amor y del descanso

del amor.

está escrito

que cuando tú lleges,

mi deber habrá terminado.

hasta entonces,

mis manos no tocarán

otra cosa que su entraña,

mis ojos no verán

más allá de los últimos robles,

mi boca no probará más alimento

que sus frutos.

yo, el que trajo el sol

y la lluvia,

el que dibujé los riachuelos

y la fuente que no cesa

sólo con desearlas,

yo, el que abrevó la sed

en la lluvia de los noviembres

más tristes del mundo.

ya estás cerca.

puedo imaginar tu andar

de niebla avanzar por el oeste,

bajar con la brisa en tu cabellera

más negra en la luz,

más negros tus ojos en el rayo,

más bella en el destello

tu sonrisa.

y yo, exaltado en el rapto

de tu cercanía,

partiré por donde comienza.

por el este cuando el sol está alto,

reverente, enternecido

en el tedio del narciso

ardiente y solo,

dilatado en la sombra

del sauce que siempre

parece estar cayendo, feliz

en el sendero de la gardenia

incandescente, susurrando

plegarias al corazón

del ausente.

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