Wednesday, September 2, 2009

Insoportable Levedad del Mar

miércoles 13 de febrero de 2008

"-Thomas what are you thinking?

-I’m thinking how happy I am”

-La Insoportable levedad del ser


Yo también hubiera caido por ella, como un mismísimo angel de alas escamosas, sobre sus brazos de piel morena. También hubiera pagado lo que fuera: un vestido barato de un mercado lleno de modelos, un par de aretes de larimar de aquel famoso museo, cercano al café donde la invitaría al desayuno después de una noche en el océano oscuro de sus anchas caderas, que tomaría en aquel barato hotel.

Si la hubiera encontrado, al igual que él, en la soledad de mi playa de boca chica y suspiro profundo, la hubiera degustado como acabada de salir del mar. Primero sus ojos, luego su nuca que desemboca en su tostada espalda. Mis manos se habrían deslizado por sus costados hasta desembocar en sus pechos portadores de dos redondos espirales negros y puntiagudos como una fría lanza. Si me hubiera sentido tan sola, como él, también me hubiera permitido ser tan liviana como el mar y dejarme llevar por esa marea profunda que no piensa y solo siente.

Pero no me tocó conocerla, nuestras aguas no se mezclaron. Su cause la llevó hasta él, o fué la causa de él que lo llevó hacia ella? Por eso, cuando atracó la estocada del arponazo final, dolió tanto…por lo intenso…por lo leve. Solo me tocó de ella un rio incontenible de sollozos. Nunca supe de su piel, nunca supe de sus pechos de espiral, ni de su espalda, mucho menos de sus caderas. A esa Anaisa dominadora el mar la transformó en una Yemayá liberadora. Por un instante tan breve, como el azote de una ola, Erzulie Freda me poseyó, me lanzó, me tiró, me rasgó las ropas, me lloró mares infinitos porque ella nunca fue mía…porque el mar de otro angel la secuestró.

1 comment:

  1. Pero tú pasión, tu vida bendita por tantas diosas, y el regalo que tus manos dan al mundo son ángeles también. Y las ofrendas a tu colosal presencia sólo esperan el momento apropiado.

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