Ana gracias por este regalo.Tus fotos de Villas del Sol me han hecho llorar desde lo más profundo de mi corazón sobre todo la de la cocina de Nydia porque me recuerda la cocina de tantas mujeres que he conocido por ahí, por el mundo. Me recuerda una cocina en el Batey Palmarejo, sí, la de la mujer que cuida la escuelita Anaisa y de como orgullosamente me la mostraba y deseaba que me quedara allí sentada, en medio de su cocina, que era su sala y su dormitorio y su balcón. Me recuerda la cocina de aquella mujer indígena del pueblito de Tepoztlán con su piso de barro y su fogón y su comal en una esquina preparando en una cacerola de barro los frijoles y tortillas mas simples y exquisitos que jamás olvidaré.Me recuerda la cocina de Yeya en MUDHA donde con sus benditas manos sirve y prepara el café todos los días antes de que esas amazonas de mujeres salgan a sus trincheras de lucha cotidiana. Me recuerda la cocina de mi abuela Aurora, cuando yo apenas tenía tres años; cuando con mucho amor y contancia nos preparaba a mi hermana y a mí sopitas con huevo mientras yo la miraba sentadita en una cama que allí tenía y yo sentía el olor a gas que emanaba del fuego y de su estufa. GRACIAS Ana.
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