9 de abril de 2008
4:46 a.m., Santurce, Puerto Rico
los hijos de esta noche
comienzan su travesía
en una esquina
vagan por senderos
sin destino
buscando hacer historias
de sus vidas anónimas
paridos sin luna
de oscuridades profundas
a la deriva
con manos vacias
corazones rotos
de tristes viajes
de hondos pozos
allí va el que busca sueños
en botellas vacías
en bolsas de basura
en zafacones ajenos
encontrando tesoros
desperdiciados de historias
que carga en un carrito
calle abajo y sin reposo
un guardián sin sueño
observa desde la otra esquina
su solitud acompañada
hace un viraje en su recuerdo
contempla dolido a esos hijos
prosigue su marcha
también sin destino
vigilia nocturna y fastidiosa
que muestra rutas indecorosas
en una quieta noche
sin luna y sin descanso
ellos aparecen
desaparecen
ante la oscuridad testigo
de llantas que giran
de cuando en cuando
con su ruido
que testifican de caminos
de senderos repetidos
alla van
a cada oscuridad
allá van
en su recorrido
por una ciudad que duerme
mientras ellos vagan
en su eterno laberinto
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